Mucha gente se sorprende cuando les decimos que las aves se consideran plagas. No todas las aves, por supuesto, pero la realidad es que hay especies de aves, como las palomas o las gaviotas, que debemos elevar a categoría de plagas debido a los problemas que causan.
Para las empresas, exponer tanto al personal como a los clientes al contacto con aves puede suponer un problema, el riesgo potencial de contagio de enfermedades. Este problema se agrava en empresas de la industria alimentaria, ya que una infestación de aves (y las enfermedades que trasmiten), entra en conflicto directo con las normas y regulaciones de seguridad alimentaria, lo que suponen un fracaso de la auditoría debido a la contaminación de los productos alimentarios y el envasado.
En este post investigaremos los 5 problemas más comunes causados por las aves de plagas. Aunque algunos de ellos son evidentes, otros pueden sorprenderte.
1. Ensuciamiento y contaminación de los excrementos:
Si alguna vez has querido organizar un picnic o almuerzo al aire libre, estamos seguros de que te habrás encontrado excrementos de aves en mesas y sillas. Además de ser desagradables a la vista, los excrementos de aves también son muy poco higiénicos y un vector primario para la transmisión de enfermedades. Puedes leer más sobre eso en nuestro post: ¿realmente las aves propagan enfermedades?.
Los excrementos de aves también suponen un riesgo de resbalones y caídas en zonas pavimentadas, especialmente si hay humedad, y en fábricas, donde son un riesgo de contaminación considerable, tanto para materias primas como para los productos almacenados o envasados.
2. Daños físicos a la propiedad y al stock:
Los efectos corrosivos de los excrementos de aves pueden causar daños irreversibles: deformaciones de techos, pasillos, paredes, vehículos o equipos. Los excrementos de aves se convierten rápidamente en sal y amoniaco; después de la lluvia, las reacciones electroquímicas aceleran el proceso de oxidación. Estas gotas ácidas eliminan la pintura, el hormigón y el metal y, en última instancia, pueden causar fallos estructurales.
Los picotazos de las aves no sólo dañan, sino que también contaminan los productos almacenados, como por ejemplo el grano. Esta contaminación puede derivar en enfermedades, y también es necesario deshacerse de las existencias dañadas, lo que incurre en pérdidas financieras.
Los nidos de pájaro y los materiales de nido bloquean los canalones y drenajes, lo que puede provocar inundaciones en el techo, fugas, maderas podridas o metal corroído.
El agua estancada de los canalones puede convertirse en el caldo de cultivo perfecto para la reproducción de otras plagas problemáticas, especialmente moscas y mosquitos.
3. Propagación de enfermedades:
El mayor problema que causan una plaga de aves es la transmisión de enfermedades a través de sus excrementos, plumas y nidos. Para los fabricantes de alimentos, el riesgo de contaminación y la propagación de enfermedades es el motivo por el que el control de aves tiene su propio apartado completo en los requisitos de auditoría de la AIB. Uno de los requisitos críticos para aprobar una auditoría de AIB es se deben gestionar las poblaciones de aves mediante métodos de exclusión, es decir, redes, trampas, elementos disuasorios ópticos, láseres, etc.
Cualquier actividad de aves en las zonas de procesado, cualquier excremento en zonas de productos acabados o materias primas, y cualquier ave residente en el almacén se considera automáticamente un resultado de auditoría “No satisfactorio”.
4. Propagación de insectos y parásitos:
Un ave puede transportar perfectamente garrapatas, pulgas, ácaros, piojos e incluso las chinches, y sus nidos son un hogar cómodo para estos parásitos. Estos también son responsables de la propagación de enfermedades. En algunos casos, estos insectos y parásitos actúan como vectores de enfermedades específicas que pueden ser transmitidas a los humanos. Los ácaros del pollo (Dermanyssus gallinae), por ejemplo, son conocidos portadores de la encefalitis. Aunque se alimentan de la sangre de diversas aves, también pueden atacar a los humanos. Se han encontrado en palomas, estorninos y gorriones.
5. Comportamiento agresivo:
Las aves pueden ser extremadamente agresivas cuando alguien se acerca a sus nidos, especialmente sien ellos hay crías. Los estorninos, por ejemplo, se vuelven extremadamente violentos con otras aves y, en ocasiones, con los humanos si se acercan demasiado a sus nidos durante la época de cría de los polluelos.
Sin embargo, resulta curioso que los ataques de gaviota suelen estar relacionados más a la presencia de alimentos y no al hecho de proteger a sus crías. Las gaviotas saben que los seres humanos somos una fuente de comida fiable, incluso si eso significa tener que abalanzarse para arrebatársela de la mano.
¿Cómo puedes evitar estos riesgos en tu negocio?
La mejor forma de prevenir plagas de aves y limitar su potencial para propagar enfermedades es asegurarse de que tu empresa utiliza las últimas soluciones integradas de gestión de plagas de un proveedor profesional y de buena reputación.